La obra explora a través de la materialidad del dibujo y de las vibraciones de la línea y el color, un espacio Hábitat Global profundamente modificado y en mutación.
La línea es acción sobre el papel y también trama orgánica.

Asistimos perplejos a un “tiempo” donde la dimensión comunitaria de las sociedades con sus sistemas sanitarios, laborales, culturales y, en un plano abstracto, las formas de conexión digitales y las narrativas, se alteran y engendran constantemente otras escenas.

La evidencia de viejos monstruos aparece en el escenario marcado por la Pandemia del COVID 19: La biodiversidad medioambiental amenazada: El avance depredador a través de la intensificación de incendios forestales y la destrucción de especies nativas.

Vulnerabilidad, riesgo y extrañamiento, son sensaciones que marcan el humano devenir en esta coyuntura.

“Nodo” es la representación del juego relacional de todos esos espacios, pero también, es un punto de origen, símbolo del movimiento de la savia vegetal, punto de resistencia y renovación constante.

María Emilia Marroquín, Julio 2021.