Desvelos, Dibujos de entretiempo, por María Emilia Marroquín, 2022
La atmósfera se aquieta y se percibe un equilibrio tenso. Cierta sensación de silencio en suspenso cuelga en el aire, presagio de algo que está por suceder.
Esa tensión se refleja en Nodo, donde sutiles y virulentos entrecruzamientos de líneas van enhebrando tramas orgánicas que velan y desvelan seres, ramas, raíces, restos. Amalgama armónica e inquietante a la vez.
Algo desconcertante se teje en estos tiempos en que observamos además la persistencia de viejos monstruos. Los incendios insisten, se exhiben con alevosía en demasiados puntos del planeta a través de las pantallas de nuestros dispositivos.
En Negro Coihue llega la calma del hecho consumado. Una quema de hace 25 años se evidencia en los troncos pelados de los Coihues en aquel bosque de la Patagonia por donde vuelvo a caminar luego de varios años. Pienso en dibujar, busco un tronco carbonizado.
Su carbón es suave y resistente; el dibujo se ennegrece con un negro profundo y espeso.
Sueño.
María Emilia Marroquín, 2022
UNA OBRA UN ARTISTA, Dirección: Milagro Torreblanca